Diferencia entre religioso y creyente

En el mundo hay millones de personas y también de religiones, asimismo, hay muchos que creen en una fuerza superior y otros que no creen en absolutamente nada que guarde relación con espíritus o divinidades. Pero algo con lo que a menudo podemos encontrarnos cuando ahondamos en estos temas es una gran confusión y posiblemente muchas dudas.

No sólo hay personas que desconocen la diferencia entre Jesús y Mahoma, también hay quienes tienen dudas al respecto de la diferencia entre lo que es un creyente y lo que es un religioso. Tanta ha llegado a ser la confusión con este último aspecto, que es frecuente notar que ambos conceptos se emplean de manera indistinta; ignorando que no se trata de lo mismo.

Si tú también tienes dudas o simplemente quieres un poco más de información, continúa leyendo, porque a continuación te explicamos qué distingue a un creyente de un religioso.

Creyente

Como la misma palabra lo indica, un creyente es una persona que cree en algo, puede ser en el dios cristiano o en cualquier otro tipo de divinidad o ser espiritual.

Para que quede aún más claro, son muchos los tipos de creencias que los seres humanos pueden tener, por ejemplo, hay quienes creen en la existencia de los extraterrestres; pero en este contexto la palabra «creyente» se usa en el sentido más espiritual del asunto.

Quienes creen en un poder superior pueden poner en práctica algunos rituales de origen religioso, pero no siempre ocurre así. Hay personas que escogen sus propios métodos de sentirse cerca o en comunicación con eso en lo que creen.

Religioso

Se da por sentado que todo religioso es creyente, aunque no todo creyente sea religioso. Ya que se asume que quien sigue una religión determinada es porque cree en la divinidad que en dicha religión veneran (cabe aclarar que también hay religiones ateas, como el Budismo); pero para algunos este podría ser un asunto discutible, dado que hay quienes pertenecen a ciertas religiones por motivos no necesariamente relacionados con el ámbito espiritual.

A pesar de todo, lo que en sentido general conocemos como un religioso se caracteriza por ser un creyente que con frecuencia se congrega con otros miembros de algún templo perteneciente a una religión en particular. Es además, una persona que lleva a cabo los rituales propios de la corriente religiosa que sigue y con que con mayor frecuencia que el creyente, tiende a incurrir en el fanatismo (en algunos casos).

En definitiva, se puede ser creyente sin ser religioso, pero no se supone que se pueda ser religioso sin ser creyente (salvo en las religiones ateas, en las que se habla de «energías»).